AZAFrán EN HEBRA Y MOLIDO

Aunque son muchos los que utilizan el azafrán para dar color a sus platos, el azafrán es en realidad un potenciador que realza el sabor de todos los ingredientes que le acompañan. Algunos chefs destacan el aroma como su principal valor. Y sí, es verdad que además aporta a los caldos y arroces un tono dorado muy característico.

El uso del azafrán no se reduce a recetas tradicionales sino que la nueva cocina también lo incorpora por todo lo que aporta. Lo más complicado a priori quizás sea la dosificación (siempre se ha hablado de “una pizca”) pero para ello disponemos de producto envasado en sobres que contienen la cantidad justa de uso. El azafrán molido se añade directamente en la cocción y el azafrán en hebra se recomenda diluirlo (infusionarlo) unos minutos en el caldo o en agua caliente antes de incorporarlo a la olla, para así obtener todo su potencial de color, sabor y aroma. El azafrán molido se puede utilizar prácticamente en cualquier receta gracias a su disolución instantánea mientras que el azafrán en hebra requiere de al menos 30 minutos de cocción.

Una receta de 4 raciones puede requerir 100mg de azafrán, que coincide con el peso de un sobre de azafrán molido POTE. Ante la duda, nunca te excedas con la cantidad. Los sobres monodosis te ayudarán en esto. Aunque el azafrán es conocido como “el oro rojo”, es una especia que siempre ha estado presente en la cocina tradicional.

El azafrán molido es la manera más sencilla de utilizar el azafrán en cualquier receta. En Verdú Cantó garantizamos que nuestros azafranes molidos son 100% puros y no contienen ningún otro ingrediente. Los sobres monodosis de azafrán molido ayudan a conservar el producto como recién recolectado hasta el momento de su uso, evitando que la luz o el oxígeno puedan alterar sus propiedades.

Más allá de los beneficios saludables que a lo largo de la historia se han atribuído al azafrán como especia “mágica”, hoy existen estudios científicos que relacionan el consumo de azafrán con la prevención del alzheimer, la depresión, la degeneración macular y la obesidad.

Ya se cultivaba en el Medio Oriente en los años 2300 AC.
Fue utilizado por los egipcios como tinta sagrada, para teñir la ropa y con fines medicinales.
Se dice que Cleopatra se bañaba con sus flores para cuidar su piel.
Griegos y romanos lo usaban para teñir la ropa, prevenir las resacas del vino y como afrodisíaco.
En Persia, Avicena reclamó los múltiples beneficios medicinales del azafrán.
Los árabes introdujeron el cultivo del azafrán en España en el siglo X.
En Irlanda, en los primeros días, se usaba el azafrán para teñir la túnica de los reyes.
Durante las Cruzadas se introdujo el azafrán en Inglaterra (Walden Saffron).
El azafrán probablemente fue introducido en Suecia por los monjes.
Enrique VIII de Inglaterra era un firme entusiasta del azafrán y castigaba con la muerte cualquier adulteración.
En el siglo XV, se creó una Policía Especial en Venecia, responsable de la vigilancia del comercio de azafrán "Uficio dello Zafferano".